Este cerrado dolor de cabeza
causado por la presion del mundo visible
reclama un significado.
Pero la vision de la calle desde mi ventana
solo ofrece alternativas de una pariencia dislocada
hecha de fragmentos trémulos , colores dudosos
y un sufrimiento de cosa oscuramente mezlcada consigo
misma.
¿Qué materia desean los ojos y que no pueden ver ?
No esta especie de traicion a lo largo del pavimento ,
la naturaleza criminal que revela los automoviles,
el taciturno rumor de los objetos manufacturados ,
la vacilante verdad de la muchedumbre hacia el ocaso,
los asuntos de esta terrible sociedad que se aplasta al
planeta.
¿ Cuál es la relacion de esta escena con el otro orden?
La divinidad esta aqui por negacion sombria.
Hay millones de ventanas y cada una padece
su teologo fracasado ante la unica realidad posible
con su correspondiente dolor de cabeza al anochecer.
Joaquín Giannuzzi.
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